La educación comienza con una noción que ya es una división terrible del trabajo;
ya en la escuela primaria aprendemos que hay dos cosas:
una aburridora y útil, la clase; otra, inútil y maravillosa, el recreo.
Pronto se nos ubica muy bien en el tiempo y el sitio:
en la clase uno se aburre, pero es necesario, se aprende, si no se pierde el año;
en cambio, en el recreo uno goza, pero eso ni sirve para nada;
y algo se queda para siempre en nuestra mentalidad...
el saber no es disfrute y esa pequeña separación se nos mantiene
durante toda la vida: aprender es lo contrario de disfrutar,
disfrutar es lo contrario de aprender, pero entonces no habrá más
que un interés exterior
Estanislao Zuleta
ya en la escuela primaria aprendemos que hay dos cosas:
una aburridora y útil, la clase; otra, inútil y maravillosa, el recreo.
Pronto se nos ubica muy bien en el tiempo y el sitio:
en la clase uno se aburre, pero es necesario, se aprende, si no se pierde el año;
en cambio, en el recreo uno goza, pero eso ni sirve para nada;
y algo se queda para siempre en nuestra mentalidad...
el saber no es disfrute y esa pequeña separación se nos mantiene
durante toda la vida: aprender es lo contrario de disfrutar,
disfrutar es lo contrario de aprender, pero entonces no habrá más
que un interés exterior
Estanislao Zuleta
Esto fue citado en "Finalidades y alcances del Decreto 230 del 11 de febrero de 2002" publicado por el ministerio de Educación Nacional de Colombia.
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